Hogar eficiente energéticamente

Actualmente se habla mucho de eficiencia energética y de la importancia de ahorrar energía en casa ya que con estas acciones, no solo se beneficia al medio ambiente, sino que la factura de la luz también disminuye. Los avances tecnológicos nos permiten disfrutar de las comodidades de nuestro hogar con un menor gasto energético, pero a veces es fácil perderse en la maraña de nuevos conceptos sobre eficiencia energética. Te ofrecemos un glosario de diez términos imprescindibles para empezar a ahorrar energía en la vivienda. Aislamiento térmico: son los materiales que se colocan en techos, tabiques y muros para evitar que en invierno se escape el calor al exterior y que en verano entre en la casa. Una vivienda bien aislada ahorra energía porque requiere menos calefacción y aire acondicionado. Los materiales aislantes pueden ser de origen vegetal (corcho, fibra de madera, etc.) o sintético (espuma de poliuretano, poliestireno, espumas fenólicas, etc.). Balance energético: expresa la diferencia entre los aportes y las pérdidas de energía de un proceso. Una vivienda que ahorre energía deberá minimizar las pérdidas. Capacidad frigorífica: medida de la potencia de un sistema de refrigeración que indica la cantidad de calor que es capaz de absorber por hora de funcionamiento. Se expresa en frigorías por hora. Coeficiente de Eficacia Frigorífica (EER): mide la eficiencia energética en la producción del frío. Un aparato de aire acondicionado con alto EER consumirá menos energía para enfriar el ambiente, de ahí la importancia de mirar la etiqueta a la hora de comprar uno. Eficacia luminosa: se trata de la relación entre el flujo luminoso emitido por una fuente y su potencia eléctrica absorbida. Se expresa en lúmenes por vatio (lm/W). También se puede expresar como porcentaje, y en ese caso se denomina eficiencia luminosa. Por ejemplo, la eficiencia de una lámpara LED de 4,1W es de entre un 8 y un 10 por ciento y la de una lámpara de tungsteno halógena oscila entre el 2 y 3 por ciento, lo que indica que las LED son más eficaces. Fluorescentes: son los típicos tubos de las cocinas, que emplean la fluorescencia para generar luz. El principio es la activación de partículas de flúor dentro de un tubo mediante la radiación ultravioleta que se produce al hacer pasar una corriente eléctrica sobre átomos de mercurio a baja presión. Puesto que este tipo de lámparas necesitan calentarse hasta llegar a su funcionamiento normal, no es recomendable encenderlas y apagarlas constantemente si lo que queremos es ahorrar energía. Lámparas de incandescencia: producen luz mediante el calentamiento de un filamento metálico. Son poco eficientes, ya que emplean la mayor parte de la energía consumida en calentar, y sólo el 10 por ciento se transforma en luz. No frost: sistema empleado para evitar la típica escarcha que se forma en las paredes de frigoríficos y congeladores. Esta escarcha origina un consumo eléctrico adicional, por lo que los electrodomésticos no frost son más eficientes desde el punto de vista energético. Sistema de Etiquetado Energético de los Electrodomésticos: es un método de clasificación que informa al usuario sobre el comportamiento energético de un electrodoméstico comparado con todos los de su mismo tipo y prestaciones. Es un sistema uniforme para toda la Unión Europea. Cada producto tiene asociada una letra, desde la A en los más eficientes hasta la G en los menos. Vidrios absorbentes: son aquellos que están diseñados para absorber la mayor cantidad de calor de la radiación del sol. Son ideales en los climas fríos porque permiten calentar la vivienda de manera natural.

Actualmente se habla mucho de eficiencia energética y de la importancia de ahorrar energía en casa ya que con estas acciones, no solo se beneficia al medio ambiente, sino que la factura de la luz también disminuye. Los avances tecnológicos nos permiten disfrutar de las comodidades de nuestro hogar con un menor gasto energético, pero a veces es fácil perderse en la maraña de nuevos conceptos sobre eficiencia energética. Te ofrecemos un glosario de diez términos imprescindibles para empezar a ahorrar energía en la vivienda. Aislamiento térmico: son los materiales que se colocan en techos, tabiques y muros para evitar que en invierno se escape el calor al exterior y que en verano entre en la casa. Una vivienda bien aislada ahorra energía porque requiere menos calefacción y aire acondicionado. Los materiales aislantes pueden ser de origen vegetal (corcho, fibra de madera, etc.) o sintético (espuma de poliuretano, poliestireno, espumas fenólicas, etc.). Balance energético: expresa la diferencia entre los aportes y las pérdidas de energía de un proceso. Una vivienda que ahorre energía deberá minimizar las pérdidas. Capacidad frigorífica: medida de la potencia de un sistema de refrigeración que indica la cantidad de calor que es capaz de absorber por hora de funcionamiento. Se expresa en frigorías por hora. Coeficiente de Eficacia Frigorífica (EER): mide la eficiencia energética en la producción del frío. Un aparato de aire acondicionado con alto EER consumirá menos energía para enfriar el ambiente, de ahí la importancia de mirar la etiqueta a la hora de comprar uno. Eficacia luminosa: se trata de la relación entre el flujo luminoso emitido por una fuente y su potencia eléctrica absorbida. Se expresa en lúmenes por vatio (lm/W). También se puede expresar como porcentaje, y en ese caso se denomina eficiencia luminosa. Por ejemplo, la eficiencia de una lámpara LED de 4,1W es de entre un 8 y un 10 por ciento y la de una lámpara de tungsteno halógena oscila entre el 2 y 3 por ciento, lo que indica que las LED son más eficaces. Fluorescentes: son los típicos tubos de las cocinas, que emplean la fluorescencia para generar luz. El principio es la activación de partículas de flúor dentro de un tubo mediante la radiación ultravioleta que se produce al hacer pasar una corriente eléctrica sobre átomos de mercurio a baja presión. Puesto que este tipo de lámparas necesitan calentarse hasta llegar a su funcionamiento normal, no es recomendable encenderlas y apagarlas constantemente si lo que queremos es ahorrar energía. Lámparas de incandescencia: producen luz mediante el calentamiento de un filamento metálico. Son poco eficientes, ya que emplean la mayor parte de la energía consumida en calentar, y sólo el 10 por ciento se transforma en luz. No frost: sistema empleado para evitar la típica escarcha que se forma en las paredes de frigoríficos y congeladores. Esta escarcha origina un consumo eléctrico adicional, por lo que los electrodomésticos no frost son más eficientes desde el punto de vista energético. Sistema de Etiquetado Energético de los Electrodomésticos: es un método de clasificación que informa al usuario sobre el comportamiento energético de un electrodoméstico comparado con todos los de su mismo tipo y prestaciones. Es un sistema uniforme para toda la Unión Europea. Cada producto tiene asociada una letra, desde la A en los más eficientes hasta la G en los menos. Vidrios absorbentes: son aquellos que están diseñados para absorber la mayor cantidad de calor de la radiación del sol. Son ideales en los climas fríos porque permiten calentar la vivienda de manera natural.

Actualmente se habla mucho de eficiencia energética y de la importancia de ahorrar energía en casa ya que con estas acciones, no solo se beneficia al medio ambiente, sino que la factura de la luz también disminuye. Los avances tecnológicos nos permiten disfrutar de las comodidades de nuestro hogar con un menor gasto energético, pero a veces es fácil perderse en la maraña de nuevos conceptos sobre eficiencia energética. Te ofrecemos un glosario de diez términos imprescindibles para empezar a ahorrar energía en la vivienda.

Aislamiento térmico: son los materiales que se colocan en techos, tabiques y muros para evitar que en invierno se escape el calor al exterior y que en verano entre en la casa. Una vivienda bien aislada ahorra energía porque requiere menos calefacción y aire acondicionado. Los materiales aislantes pueden ser de origen vegetal (corcho, fibra de madera, etc.) o sintético (espuma de poliuretano, poliestireno, espumas fenólicas, etc.).

Balance energético: expresa la diferencia entre los aportes y las pérdidas de energía de un proceso. Una vivienda que ahorre energía deberá minimizar las pérdidas.

Capacidad frigorífica: medida de la potencia de un sistema de refrigeración que indica la cantidad de calor que es capaz de absorber por hora de funcionamiento. Se expresa en frigorías por hora.

Coeficiente de Eficacia Frigorífica (EER): mide la eficiencia energética en la producción del frío. Un aparato de aire acondicionado con alto EER consumirá menos energía para enfriar el ambiente, de ahí la importancia de mirar la etiqueta a la hora de comprar uno.

Eficacia luminosa: se trata de la relación entre el flujo luminoso emitido por una fuente y su potencia eléctrica absorbida. Se expresa en lúmenes por vatio (lm/W). También se puede expresar como porcentaje, y en ese caso se denomina eficiencia luminosa. Por ejemplo, la eficiencia de una lámpara LED de 4,1W es de entre un 8 y un 10 por ciento y la de una lámpara de tungsteno halógena oscila entre el 2 y 3 por ciento, lo que indica que las LED son más eficaces.

Fluorescentes: son los típicos tubos de las cocinas, que emplean la fluorescencia para generar luz. El principio es la activación de partículas de flúor dentro de un tubo mediante la radiación ultravioleta que se produce al hacer pasar una corriente eléctrica sobre átomos de mercurio a baja presión. Puesto que este tipo de lámparas necesitan calentarse hasta llegar a su funcionamiento normal, no es recomendable encenderlas y apagarlas constantemente si lo que queremos es ahorrar energía.

Lámparas de incandescencia: producen luz mediante el calentamiento de un filamento metálico. Son poco eficientes, ya que emplean la mayor parte de la energía consumida en calentar, y sólo el 10 por ciento se transforma en luz.

No frost: sistema empleado para evitar la típica escarcha que se forma en las paredes de frigoríficos y congeladores. Esta escarcha origina un consumo eléctrico adicional, por lo que los electrodomésticos no frost son más eficientes desde el punto de vista energético.

Sistema de Etiquetado Energético de los Electrodomésticos: es un método de clasificación que informa al usuario sobre el comportamiento energético de un electrodoméstico comparado con todos los de su mismo tipo y prestaciones. Es un sistema uniforme para toda la Unión Europea. Cada producto tiene asociada una letra, desde la A en los más eficientes hasta la G en los menos.

Vidrios absorbentes: son aquellos que están diseñados para absorber la mayor cantidad de calor de la radiación del sol. Son ideales en los climas fríos porque permiten calentar la vivienda de manera natural.